Iluminación natural vs artificial: tipos y consejos para principiantes

La luz es el ingrediente más importante de la fotografía. Entender cómo utilizarla te permitirá mejorar la calidad de tus imágenes. Tanto la luz natural como la artificial tienen ventajas y desventajas que conviene conocer.

Luz natural: proviene del sol. Su intensidad y color cambian a lo largo del día. Durante el amanecer y el atardecer, también conocidos como “hora dorada”, la luz es suave y cálida, ideal para retratos y paisajes. Al mediodía, la luz es dura y genera sombras marcadas; puedes suavizarla situando al sujeto a la sombra o usando difusores.

Desayuno con café y frutas iluminado por luz natural

Luz artificial: proviene de fuentes creadas por el ser humano, como lámparas, bombillas LED, flashes y estudios de fotografía. A diferencia de la luz natural, puedes controlar su intensidad, color y dirección para adaptarla a tus necesidades creativas.

La luz continua (como las LED o fluorescentes) te permite ver el efecto en tiempo real y ajustar la escena con mayor precisión. La luz de flash, en cambio, es breve y potente, y resulta ideal para congelar el movimiento o iluminar en condiciones de poca luz.

Utiliza difusores, softboxes o rebotadores para suavizar la luz artificial y reducir las sombras duras. Experimenta con distintos colores y posiciones para crear ambientes cálidos o fríos según el estilo que busques.

Interior de un restaurante iluminado con luz artificial cálida

Dirección de la luz
La dirección desde la que llega la luz afecta a la atmósfera y el volumen en tus fotos. Una luz frontal ilumina uniformemente y reduce sombras, la luz lateral modela volúmenes y texturas, la luz trasera crea siluetas y contraluz dramático, y la luz cenital o inferior genera sombras pronunciadas. Observa cómo cambia la escena al mover la fuente de luz o tu posición respecto a ella y elige la dirección que mejor cuente tu historia.

Luz suave vs. dura
La dureza de la luz se refiere al grado de contraste entre luces y sombras. La luz suave proviene de fuentes grandes o rebotadas y produce transiciones suaves, ideal para retratos y naturaleza. La luz dura proviene de fuentes pequeñas y directas y genera sombras definidas, útil para dramatismo y destacar texturas. Puedes suavizar una luz dura usando difusores, ventanas o paredes blancas, o endurecer una luz suave concentrándola con un reflector o snoot.

Calle iluminada con farolas por la noche

La luz es un componente creativo fundamental en la fotografía. Comprender cómo usar la luz natural y artificial, su dirección y dureza te permitirá transmitir emociones y mejorar tus imágenes. Practica observando la luz en tu vida diaria y experimenta con distintas configuraciones para dominarla.

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